El municipio cuenta con múltiples senderos que recorren espacios naturales, jalonados de fuentes, molinos, castillos y miradores privilegiados.
Pero además Millares alberga otros atractivos que justifican por sí mismos una visita a la población. Tres castillos medievales; el Castillet, el castillo de Cavas y el de Corral Antón, reconocidos como Bien de Interés Cultural. Un casco histórico de entramadas cuestas con un perfil urbanístico de clara influencia árabe y encantadores rincones como la fuente de la Donas, la del Hinchidor, que recoge las aguas del barranco del Nacimiento y aporta su caudal al lavadero del Clot. En el casco urbano encontramos edificios de singular interés como el Palacio de la Baronía de Millares, del siglo XVI, o la iglesia de la Transfiguración del Señor, construida sobre la antigua mezquita, y antiguas construcciones industriales de relevancia internacional. Por último, un recorrido por la Colección Museográfica ‘José Martínez Royo’, configurada para la visita pública, aproximará al visitante al rico pasado paleontológico y arqueológico de Millares.
El ayuntamiento organiza actos, fiestas y eventos durante el año que hacen más atractiva la estancia en la localidad. Destacar entre todos ellos: Las Fiestas patronales, que han sido declaradas de Interés Turístico Local, se celebran en febrero las de San Blas y en agosto las del Santísimo Cristo de la Salud.
Eventos de carácter cultural y gastronómico como la ‘Semana Cultural’ que se celebra entre julio y agosto. La ‘Feria de la Gastronomía de Interior de Millares’ que se realiza en septiembre o la ‘Ruta de la Tapa Típica’, en octubre. Y otros eventos de carácter festivo como el Carnaval o la Noche de san Juan.
El municipio cuenta con múltiples senderos que recorren espacios naturales, jalonados de fuentes, molinos, castillos y miradores privilegiados, donde disfrutar de rincones como:
La subida al balsón de Millares siempre tiene recompensa: llegar hasta el nacimiento, el agua pura, el paisaje, la fauna salvaje.
A pesar del diminutivo con que se le nombra, el Castillet se alza altivo y omnipresente sobre la huerta de Millares.
Desde una roca descarnada, la fortaleza atalaya los bancales de un esforzado desarrollo agrícola hacia occidente y el río Júcar hacia oriente. El Castillet conserva íntegro el recorrido de la muralla, pero el paso del tiempo ha dañado partes importantes del lienzo. El abandono y el derrumbe han sepultado bajo la tierra las estructuras internas como graneros o habitaciones techados con teja que antes llenaron el espacio del patio de armas y que los trabajos arqueológicos van sacando a la luz.
De las excavaciones se han recuperado piezas de cerámica de cocina que dibujan una imagen estable de la vida en el Castillet, un hábitat permanente para la guarnición que guardaba la plaza.
Es en este contexto de frontera en el que el Castillet viene a sumarse a la larga lista de castillos que jalonan el río Júcar en su tramo medio y que lo convierten en una de las zonas con mayor densidad de fortalezas islámicas del este peninsular. Millares es el mejor ejemplo de dicha densidad, pues concentra en poco más de 2 kilómetros 3 fortalezas islámicas: el Corral Antón, los restos del castillo integrado en el entramado urbano, y el Castillet que es sin duda el mejor conservado. Desde 2002 es Bien de Interés Cultural y desde su posición destacada en el paisaje cotidiano, el referente al origen y un símbolo para Millares. A unos 6 km. de la población se encuentra el castillo de Cavas, también de origen árabe (siglo XI) en el que destaca el estado de conservación de su torre mayor https://lc.cx/VIZofb.
Hablamos de la Fuente de las Donas, cuyo nombre alerta ya de su carácter mágico y especial. Y es que tanto si el origen de Donas son los “dones” que posee o si se refiere a las hadas que en ella habitarían, esta fuente posee un poder de atracción irresistible para visitarla en cualquier momento del año.
La Fuente de las Donas es, en realidad, un pequeño salto de unos 20 metros aproximadamente con una pequeña poza en la que, justo al lado, dispone de un abrigo por el que pasa una acequia. Además, tiene a su izquierda una subida a una cavidad o abrigo que nos recuerda al mágico bosque de la Cabrentà de Estubeny.
Allí, el agua, con sus aporte calcáreos inapreciables, ha moldeado la fuente dándole la forma con la que hoy la podemos admirar. La continua precipitación de carbonato cálcico, de cal, sobre las hojas caídas, sobre otras piedras, va formando las capas de piedra tosca, o travertino, de apariencia leve y retorcida, una piedra que, por sus características, ha sido utilizada desde antiguo en la construcción de edificios como, por ejemplo, el Coliseo de Roma.
La llegada hasta la Fuente de las Donas es muy fácil. Se llega por la carretera principal hasta la salida del pueblo en dirección Bicorp, justo antes de la curva y en el último paso de cebra. A la izquierda, hay un camino que está señalizado con una placa que pone “el Castillet, 850 metros”. Desde ese punto, bajáis hasta llegar a lo que parece un río, giráis a la izquierda y en 5 minutos llegaréis a una bifurcación para retroceder por un acceso, lugar donde se sitúa la Fuente de las Donas.
El Júcar, en valenciano Xúquer, es un río de la península ibérica que discurre por el este de España. El entorno, la flora, el paisaje y la fauna te llaman a conocer la Garganta del Júcar. Las aguas bravas bajan raudas por el cauce del río encajonado, y aquí y allá se abren `layas de arena y el agua se remansa antes de seguir su precipitado descenso por el cañón del Júcar.
El río Júcar es el principal de la Comunitat Valenciana y por tanto es el eje vital de la existencia de las poblaciones que confluyen en su cauce y que dan sentido a esta ruta. De este modo ha propiciado el desarrollo de la agricultura, la industria y la energía eléctrica de las comarcas.
En la zona entre Cofrentes, Cortes de Pallas y Millares se encuentran los principales complejos de producción de energía eléctrica de Europa. Os recomendamos ir desde Millares hacia el Canal de Navarrés, pasando por Bicorp, Quesa y Navarrés y descender hasta Sumacàrcer pasando por el embalse de Tous.
Hasta hace no mucho, al llamado Tollo Jorge, más conocido por muchos como el Monstruo de Millares (su nombre viene dado por su gran rugido en la distancia, desde el pueblo, durante periodos lluviosos), solo se podía acceder, de manera segura, de una forma, y era la de descolgarse practicando barranquismo acuático.
Ahora, aunque acceder a la base del Monstruo de Millares sigue entrañando algo de peligro y conlleva extremar la precaución, ha sido “habilitado” su acceso a pie desde mayo de 2019 para bañarse en el Tollo Jorge, por lo que muchos podréis intentar llegar hasta él a través de una bajada por la pedrera que os pondrá a prueba y, a de regreso, realizar su “duro” camino de vuelta de ascensión -para aquellos acostumbrados a rutas medias o duretas, no les supondrá mucho esfuerzo.